miércoles, 27 de abril de 2016

PREOCUPARSE MENOS Y ACTUAR MAS



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Vigila tu foco de atención

A menudo son nuestras preocupaciones las que estimulan nuestros fracasos. La mente es un instrumento poderoso, pero es nuestro foco de atención quién la guía. Preocuparse no es el resultado de lo que nos viene del exterior, eso son estímulos. Preocuparse es el resultado de nuestra propia búsqueda.

   " El que se preocupa por calamidades, las sufre por partida doble."
        Og Mandino

Si mantenemos nuestra atención en lo negativo que pueda ocurrirnos, inexorablemente la oscuridad caerá sobre nosotros. No podemos encontrar el camino hacia la luz si nos perdemos en las posibles penumbras.

Es nuestro deber dirigir nuestra atención para que nuestra mente encuentre luces donde antes solo veía sombras.

Deja a un lado las preocupaciones y concentrate en tus acciones. Siéntete en movimiento. Percibe cada sensación mediante la mirada del amor y el entusiasmo. Enfócate en las soluciones y en los sueños que dibujan tus éxitos, y finalmente encontraras tus tesoros. Todo nace y viene desde tu atención consciente.

Muchas de las veces en las que pasamos por momentos de bajón lo único que necesitamos es relajarnos y vaciarnos de todas esas dudas y preocupaciones, que a menudo ni siquiera son importantes. La meditación, el ejercicio físico y el yoga, son algunas de las actividades a las que yo suelo recurrir cuando veo que me preocupo demasiado.

Está bien destinar numerosos recursos cognitivos en pensar soluciones a nuestros problemas, pero al mismo tiempo debemos preguntarnos si esos problemas son realmente vitales para nuestra vida, o son más bien fruto de nuestro propio estado mental. Podemos evitar el preocuparse innecesariamente gracias a la meditación y la estimulación de la conciencia.


No temas al dolor, experiméntalo.

No temas el dolor, simplemente acéptalo y experiméntalo. Saboréalo como a una fruta amarga, cerrando los ojos y sintiendo su electricidad.

La intensidad nos hace aterrizar en la conciencia del ahora. Nos ayuda a sentir nuestra presencia y a fundirnos con ella. Nos permite percibir cada sensación con mayor sensibilidad.

   "Acogeré la felicidad porque engrandece mi corazón; pero también soportaré la tristeza porque descubre mi alma."
     Og Mandino

Para ser felices no necesitamos ser robots inalterables con una fuerte incapacidad para sufrir. Lo que necesitamos es apreciar la intensidad del dolor como una experiencia meditativa. Con gratitud. Quizá nos cueste en los momentos en que el dolor es más intenso, pero seguro que recuerdas situaciones pasadas donde el dolor se refleja ahora como una parte bella y cargada de energía.

Recibe el dolor en todo tu sentir, viéndolo como una experiencia meditativa, y éste se trasformara en amor. En iluminación.


lunes, 25 de abril de 2016

EL ENCUENTRO MAS INTIMO NO ES EL SEXUAL, ES EL EMOCIONAL


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El encuentro más íntimo no es el sexual, es el desnudo emocional

El encuentro más íntimo entre dos personas no es el sexual, es el desnudo emocional. Un intercambio que se produce cuando se vence el miedo y nos damos a conocer al otro tal y como somos en cada una de nuestras vertientes.

No es fácil de lograr. De hecho, un desnudo emocional no es algo que se consiga a la ligera ni con cualquiera. Hace falta tiempo, fuerza y ganas de escuchar, sentir y abrazar emociones. Autoconocimiento y heteroconocimiento, es decir, el conocimiento de uno mismo y el de la realidad del otro.

Visto así, no parece casual término que los escritos bíblicos utilizan para hablar de amor sexual o del establecimiento de la intimidad es CONOCER. De conocernos y desnudarnos en pasiones, en sentimientos y en historia emocional va a tratar este artículo…


El desnudo emocional comienza por uno mismo

El desnudo emocional comienza por uno mismo. Es decir, es muy importante que las personas nos identifiquemos con lo que sentimos y nos demos cuenta de cómo nos sentimos cómodos o incómodos, qué pensamos y cómo podemos utilizar nuestras emociones al servicio de nuestros pensamientos.

Escucharnos, conectar y conocer nuestra herencia emocional, es decir, escanear nuestro cuerpo emocional es imprescindible para destapar nuestros miedos, nuestros conflictos, nuestras inseguridades, nuestros logros, nuestros aprendizajes, etc.

martes, 19 de abril de 2016

PRESTAR ATENCION A NUESTRAS RELACIONES






Las conexiones que experimentamos con personas y situaciones no son tan sencillas como pensamos, sino que tienen lugar a diferentes niveles. Y solemos darlas por sentado, hasta el día en que comenzamos a separarnos de ellas, o ellas de nosotros.

Entonces sentimos una especie de tirón, llamado cariño o apego, y comprendemos que no nos va a resultar fácil dejarlas marchar sin antes verter algunas lágrimas que no esperábamos, sin sentir remordimientos o una sensación de pérdida.

También existe otra clase de conexión que nos une a otra persona a un nivel incluso más profundo, llamado enredo, y que resulta incluso mas difícil de soltar, no importa cuánto podamos desearlo.

Podemos dejar ir todas esas conexiones, pero primero debemos saber cuál de ellas estamos experimentando, y debemos honrar también la profundidad con que forman parte de nuestros campos emocionales y energéticos. Entonces sabremos hasta qué punto puede afligirnos y podemos lamentar su pérdida, cómo abordarlas según nuestro sistema de creencias, y cómo prepararnos para nuestra futura separación y despedida.

Resulta fácil dejar ir las conexiones sencillas, porque no nos sentimos demasiado comprometidos con ellas. ¿Preferimos brócoli o guisantes para cenar? Depende de cómo nos sintamos ese día. Si nos gustan ambos, los incluiremos en las cenas de la semana, pero no nos importará no comer guisantes si en su lugar tenemos brócoli. Éste ejemplo básico explica cómo funcionan las conexiones.

Sin embargo, ¿por qué es tan difícil dejar ir algunas de ellas? Porque no son conexiones, forman parte del nivel del cariño o apego.

Los apegos representan un nivel de conexión que afecta a nuestro campo energético, de manera que echamos de menos su pérdida y, para poder rellenar el hueco que genera en nosotros, tendremos que trabajar un poco. Son relaciones en las que nos apoyamos o de las que dependemos, que cubren algún tipo de necesidad vital, y cuya pérdida nos deja con una especie de agujero que necesitamos volver a llenar.

Estamos apegados a nuestras parejas, a nuestros hijos, a nuestros hogares, nuestros coches y nuestros trabajos: todos ellos cubren necesidades significativas y su pérdida se echa en falta, en ocasiones, muy profundamente.

Algunos apegos nunca pueden llegar a reemplazarse del todo, mientras que otros pueden reemplazarse con tiempo y con técnicas de sanación.

Cuando nos identificamos excesivamente con nuestros apegos, sentimos su pérdida a un nivel muy profundo. Entonces estaríamos hablando del nivel del enredo, el tercer nivel de conexión.

Los enredos representan un nivel muy intenso de conexión, en el cual nuestra vida está entretejida con la vida de otra persona, y necesitamos desenmarañar las cuerdas que nos atan a ella como parte de nuestro proceso de liberación.

El enredo ocurre cuando consentimos en convertirnos en una parte tan importante de la vida de alguien, o de una situación, que necesitamos reemplazar todo aquello que representa cuando la conexión que compartíamos toca a su fin. Dicha liberación conlleva lágrimas, pesar, remordimientos, en ocasiones culpa, y a menudo, nos juzgamos por haber permitido que todo llegara tan lejos.

Son las relaciones más complejas y complicadas. Por lo general, conllevan también ciclos kármicos de algún tipo y encierran las lecciones de ciertos contratos entre las almas, los cuales cubren muchas vidas de experiencia. Pero, como todas las conexiones, pueden ser liberadas como parte de nuestra transformación.

A medida que transitamos de 3ª dimensión a 5ª dimensión, conviene que prestemos especial atención a nuestras relaciones.

¿Se trata de simples conexiones o de apegos?

¿Estamos apegados a alguien o estamos enredados con esa persona?

Conocer la diferencia nos ayudará a honrar el papel que cada una de esas relaciones juega en nuestra sanación, en nuestro aprendizaje, nuestro crecimiento y nuestra transformación.

De esta manera, al liberarlas, les concederemos el tiempo, la energía y la atención que necesiten para que nuestra despedida puede darse con gracia y facilidad.



RETORNO AL ORIGEN





Porque todos absolutamente todos procedemos de una fuente universal " El origen", donde todo es vacío, donde no hay nada que aprender o desaprender, donde todo está en su perfecto orden, donde todo es real tal cual existe sin distorsión, no hay nada que conseguir, existir tan sólo ya es el próposito.

Recordemos quién somos pues, y comenzemos el viaje de retorno. No me refiero a morir, sino a conocernos realmente , a dejar que esa esencia original aflore en ti.

Liberémonos de los condicionamientos de una mente llena de creencias irracionales, que nos impide ver la realidad tal cual es, que nos filtra las cosas según ella quiere llenándonos de dolor, apegos, sufrimiento y todo tipo de sensaciones que nos alejan cada día más de nuestra verdadera identidad.

Te invito a romper esos patrones mentales , ese diseño que sólo tú  has creado y seas libre por fin. Aquí y Ahora.

Este vídeo que aquí os comparto es una pasada, lleno de consciencia y verdad, que merece la pena ver varias veces y que seguro que algo dentro os moverá. ¡Que lo disfrutéis!


Olga Bernal

viernes, 15 de abril de 2016

DIECISIETE PASOS PARA SER MAS FELIZ





1. Pon fin a la Teología de la Separación

Trabaja tu propia vida y tu sistema personal de creencias para eliminar todo pensamiento de separación de Dios. Libérate de esa teología, sin más. La Teología de la Separación es una teología que se empeña en que nosotros estamos «aquí» y Dios está «allá». Su doctrina nos dice que Dios nos separó de Él en castigo por nuestros pecados, y que nuestra tarea consiste ahora en volver a Dios, lo cual sólo es posible si Dios lo permite; y sólo lo hará si obedecemos sus mandamientos.

Nuestra Patología de la Separación sólo se curará cuando nuestra Teología de la Separación se sustituya por una Teología de la Unidad. Debemos llegar a entender que toda la vida es Una….Es el comienzo de una creación nueva, del hacer realidad la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de Quién Eres.

La vida es la expresión de la Unidad Misma. Dios es la expresión de la Unidad Misma. La Vida y Dios son Uno. La Unidad es Dios y la vida.. Cuando hemos entendido esto, vemos a Dios en todos y en todo. Incluso en nuestros yos divinos. Vemos claramente que somos Dios diosando. Es decir, Dios en el acto de recrearse a sí mismo.

Toda vida es divina, y cuando tratemos a toda vida como divina, lo cambiaremos todo. Pues ¿cómo es posible que un solo aspecto, que una sola Individualización de la Divinidad sea completamente feliz mientras alguna otra Individualización sea completamente infeliz? La respuesta es que no es posible. Y así nos elevaremos unos a otros, para que todos podamos vivirnos a nosotros mismos siendo «más felices que Dios».


2. Manténte en contacto con quien eres

Recuerda que tú no eres tu cuerpo sino un alma que realiza con el cuerpo un viaje de gozo. Recuerda que tu alma es una parte eterna del Universo. Recuerda que el Universo y tú sois Uno.
Entiende que, por ser Quien Eres, nada puede hacerte daño, y no necesitas nada para ser absolutamente feliz en este cuando/donde de tu existencia eterna.

Lo que te digo aquí es que te veas a ti mismo como a un Ser Espiritual con cuerpo, con la misión sagrada de la autorrealización y de la autocreación. Empieza por darte cuenta de Quién Eres de Verdad; después, re-créate a ti mismo en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de ese Quien Eres. Tu tarea diaria, que no es tan difícil como puede parecer al principio, es la siguiente: Recuerda tu identidad. Retén tu identidad. Recrea tu identidad.


sábado, 2 de abril de 2016

AMAR SIN POSEER





Seducción, amor y meditación, una unión especialmente cautivadora cuando se trata de generar conexiones fuertes e intensas. En contraposición nos encontramos con una sociedad que busca desesperadamente ser cada vez más precisa y estratégica, pero la moralidad y la razón caen rápidamente derrotadas ante la magia de la pasión.

Chicos y chicas queremos poseer, y he ahí el gran castrante de nuestras vidas. Cuando me refiero a que queremos poseer, no solo me refiero a poseer un coche nuevo, el último modelo de iPhone, o como muchos intuiréis a un novio o novia. Me refiero a que la vida se vuelve una posesión. Cuando hacemos el amor lo hacemos para poseer el disfrute de un nuevo orgasmo. Desde muy pequeños nos marcan objetivos, hasta tal punto de que en la vida todo comienza a limitarse al cumplimiento de esos objetivos.