¿Estás abatido/a la mayor parte del tiempo? ¿Sientes tristeza durante todo o gran parte del día? ¿Las cosas que te producían placer han dejado de hacerlo? Y del sexo mejor no hablamos, ¿no?
Tristeza, apatía, cambios en el estado de ánimo, alteración del sueño y el apetito, pérdida de placer e interés por hacer cosas que antes sí hacíamos, poco o ningún deseo sexual… Esto son los síntomas más característicos de una enfermedad que sufre gran parte de la población, la Depresión.
Las personas con depresión notan que su vida está limitada en muchos aspectos pues no se sienten satisfechas con nada y todo les supone una tremenda montaña imposible de escalar. Sus pensamientos y actitudes se tornan totalmente negativos lo que favorece que su sentimiento de desesperanza aumente considerablemente.