Es la grasa de moda, saturada pero cardiosaludable. ¿Cómo es posible? Su combinación de ácidos grasos de cadena media y sustancias antisépticas le otorgan propiedades que merecen ser reivindicadas.
El aceite de coco ha pasado de estar al lado de las grasas perjudiciales, porque aumentaba el riesgo de enfermedades cardiovasculares debido a su alto contenido en grasas saturadas, a triunfar como grasa saludable.
Y es que cada vez hay una mayor evidencia científica de que las grasas que encontramos en el aceite de coco virgen tienen un papel importante para la salud, pues pueden mejorar los niveles de colesterol y son recomendables para la salud cardiovascular y general.