jueves, 11 de agosto de 2016

SEÑALES DE QUE ESTÁS ANTE TU LLAMA GEMELA O ALMA ESPEJO



En el momento en el que te encuentras con tu “Alma Espejo” también llamada “Llama Gemela” (que no es lo mismo que Alma Gemela), el piso bajo tus pies comienza a moverse.

Me gusta definir este encuentro como un “terremoto emocional y existencial: de repente te das cuenta de que alguien inmensamente importante acaba de entrar a tu vida. Te das cuenta de que tu vida está a punto de cambiar por completo y para siempre e intuyes que esos cambios serán de tal magnitud que jamás volverás a ser la misma persona que eras antes de conocerlo/a.

La diferencia entre “Alma Espejo” y “Alma Gemela” es que si bien ambas pertenecen a nuestra Familia Álmica, la relación con un alma espejo nos traerá desafíos y confrontaciones muchas veces dolorosas, ya que nos ayudará a enfrentarnos con nuestra propia sombra para limpiar los lugares más oscuros y recónditos de nuestra alma. Una relación con un Alma Espejo nos pondrá cara a cara con aquellas asignaturas pendientes e importantes que de no haber sido por esa relación, jamás hubiéramos podido ni deseado confrontar. Mientras que con un “alma gemela” todo fluye naturalmente y tiende a la armonía, con un “alma espejo” no siempre es así. Se alternarán momentos de alto voltaje emocional (y muchas veces sexual) con experiencias de dolor emocional, (profundamente enraizado en nuestro inconsciente y proveniente de nuestras heridas pasadas) , y que ésta relación ayudará a sacar a la luz para sanar. Un alma espejo nos hace mirar aquello que negamos, tanto a nivel individual como a nivel transgeneracional. Temas que ha atravesado  nuestro linaje ancestral  y que han quedado sin resolver serán puestos sobre el tapete para que los enfrentemos de una vez por todas. Nuestros miedos más profundos serán barajados como si de cartas se tratara, y puestos delante de nuestras narices uno por uno.

El encuentro con un “alma espejo” nos obliga a crecer, a pegar un estirón espiritual que no deja de ser incómodo y doloroso aunque absolutamente necesario.

Démosle las gracias entonces, a cada alma espejo que se nos presente en nuestro camino, ya que, más allá del dolor, nos traen las lecciones más ricas para nuestra evolución espiritual.

El encuentro con un alma espejo puede durar para toda la vida o no, ya que una vez que las lecciones han sido aprendidas, cada uno seguirá su camino sabiendo en el fondo de su corazón que llegará el momento de reunirse otra vez en otra dimensión, una vez desencarnados y ya unidos a su familia álmica.

Un alma espejo puede ser una pareja, un hijo, un amigo, pero lo que siempre hay que tener en cuenta para diferenciarla de otros vínculos es su carácter transformador y determinante en la vida de un individuo. Siempre va a ser una relación de gran impacto y transformación espiritual.  Un antes y un después en la vida de una persona.

 Señales para determinar si estás frente a tu “alma espejo” o “llama gemela”:

   - Sientes la extraña sensación de haberla conocido antes (dejá vu) o de conocerlo de toda la vida.

   - Sabes en el fondo de tu alma que esta persona va a tener un rol importante en tu desarrollo personal, sin saber bien cómo, cuando ni por qué.

   - Sientes una instantánea e inexplicable conexión con esa persona que puede resultarte energizante y “shokeante” a la vez.

   - Sientes que con esta persona estás “en casa”.

   - Puedes ser tú mismo/a frente a esta persona sin miedo al rechazo ni a la crítica.

   - Son, en muchas cosas, opuestos complementarios.

    -Se comunican casi telepáticamente.

    -Ambos perciben lo que el otro está sintiendo sin necesidad de decirlo con palabras.

   - Sientes que es la persona que has estado esperando toda tu vida.

    -Tu alma espejo mostrará características que, o bien admiras y sientes que te faltan o bien rechazas y sientes que no tienes.

   - No importa cuantas veces se separen, ni la distancia ni el tiempo que exista entre ustedes, sigues sintiédote cerca suyo.

   - Uno de ustedes en la relación es mucho más maduro emocionalmente que el otro y hará de “maestro”.

    - Puedes sentir que a veces exalta lo mejor de ti y otras veces exalta lo peor de ti.

   - Te obliga a desarrollar valores como el amor incondicional, la paciencia, la flexibilidad, el desapego, la empatía, la solidaridad, la generosidad, el sacrificio, la entrega, la gratitud, la capacidad de perdonar, etc.

    -A pesar de todo, sientes que los une un profundo amor más allá de todo lo que haya sucedido entre ustedes.
   - Sientes que esa persona ocupa muchos roles para ti: puede ser tu pareja aunque a veces la sientes como a un hijo o como a un padre o como a un amigo.  

    -Sientes que tienes un “enganche energético” muy fuerte con esa persona y ambos influyen positiva o negativamente en la energía del otro de manera muy notoria.

A lo largo de nuestras vidas aparecerán varias almas espejo que pertenecen a nuestra Gran Familia Álmica. Ellos pueden encarnar en distintos roles: puede ser una pareja, una hermana, un primo, una madre…todos ellos aparecen justo en el momento oportuno para ayudarnos mutuamente en nuestro viaje espiritual hacia la Luz.

Si bien nacemos como Seres Completos necesitamos espejos para redescubrirnos, para “armar el rompecabezas” y las “almas espejo” nos muestran un pedacito de ese rompecabezas que somos, así como nosotros les mostramos también a ellas un pedacito de su propio rompecabezas. El pacto de mutuo aprendizaje ha sido sellado por ambas almas antes de nacer, y solo resta agradecer por ese gran encuentro, por efímero o prolongado, maravilloso y/o doloroso que haya sido.


Olga Bernal

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