La mayoría de personas se pasa la vida luchando y entrando en conflicto con la realidad. Aprender a ser feliz y estar en paz pasa irremediablemente por aprender a aceptar las cosas tal como son.
Si estás leyendo este artículo es que seguramente estés en plena crisis existencial. Bienvenido al club. Tal vez te haya pasado algo que te ha desequilibrado, y estás buscando como dejar de sufrir. Lo primero que quiero decirte es: ¡felicidades! Hay que ser muy humilde para clicar sobre un artículo con semejante título. Implica una apertura mental que no es habitual, pues en general tendemos a ridiculizar aquella información nueva y diferente a la que estamos acostumbrados.
Eso sí, por favor no te creas nada de lo que leas a continuación. Es fundamental que adoptes una actitud escéptica y empírica. En la medida de lo posible verifica la información de este artículo a través de tu experiencia personal. Solo así podrás comprobar si de verdad funciona.
Obviamente, si me he animado a compartir este texto contigo es que a mí me ha servido. Y mucho. Ahora bien, su lectura trituró por completo todos los prejuicios que tenía sobre cómo yo creía que funcionaba la vida. De hecho, en el proceso una parte de mí murió para siempre. Lo leí el 19 de marzo de 2006. Recuerdo la fecha porque fue un antes y un después. Solo te digo que pasé de considerarme “ateo” a descubrir y reconectar con mi dimensión espiritual laica, la cual no tiene nada que ver con ninguna institución ni creencia religiosa.
“Todas las personas tienen lo necesario para ser felices, pero muy pocas saben ser felices con lo que tienen.”
(Gerardo Schmedling)
‘La Aceptología’ es uno de los 13 módulos que forman parte de la Escuela de Magia del Amor. Lo sé… El nombre tiene tela marinera. Más hierbas no se puede ser. Pero es el que es. Se trata del proyecto pedagógico impulsado por el filósofo colombiano, Gerardo Schmedling (1946-2004). Este sabio dedicó toda su vida a investigar y divulgar acerca de las leyes universales que rigen el funcionamiento de la vida, compartiendo claves prácticas para que las personas aprendiéramos a ser felices, estar en paz y amar incondicionalmente.
Las enseñanzas de Schmedling están dirigidas a aquellos buscadores que ya no necesitamos sufrir más. Y esto implica cumplir tres requisitos. El primero consiste en haber llegado a una saturación de sufrimiento para abrir nuestra mente a lo nuevo y lo desconocido. El segundo, en estar verdaderamente motivados con cuestionar el sistema de creencias con el que fuimos condicionados por la sociedad. Y el tercero, en comprometernos con pasar de la teoría a la práctica durante tres meses, tiempo más que suficiente para verificar el impacto tan positivo que tiene aprender a aceptar la realidad sobre nuestro estado de ánimo.
A continuación comparto contigo un breve fragmento de ‘La Aceptología’ de Gerardo Schmedling:
“Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu sufrimiento. Sufres porque no aceptas lo que te va ocurriendo a lo largo de la vida y porque el ego te hace creer que puedes cambiar la realidad externa para adecuarla a tus propios deseos, aspiraciones y expectativas. Pero la verdad es que lo único que sí puedes cambiar es la interpretación que haces de los acontecimientos en sí, conociendo y comprendiendo cómo funciona la mente. Si tu interpretación del hecho te reporta sufrimiento es que actúas movido por la ignorancia; si te deja satisfacción, bienestar o armonía no cabe duda de que actúas movido por la sabiduría.
Ante cualquier tipo de perturbación, ya sea por miedo, tristeza o ira, hazte una simple pregunta: ¿qué es lo que no estoy aceptando? La respuesta te hará comprender que la limitación que origina todas estas desagradables reacciones está en tu propia mente y no en ninguna otra parte. En realidad, nadie puede hacerte daño emocionalmente: el ego es el que te hace reaccionar automáticamente ante lo que te sucede, te dicen o te hacen. El ego es el único responsable de tu malestar interior, por mucho que te esfuerces en buscar culpables fuera de ti mismo.
Cuando compruebas la veracidad de estas afirmaciones a través de tu experiencia personal, dejas de intentar cambiar la realidad externa para acomodarla a las exigencias del ego y comienzas a trabajar sobre tu realidad interna para aprender a aceptarla tal como es. A partir de entonces comprendes que has venido al mundo a aprender a ser feliz por ti mismo y a aceptar y amar a los demás tal como son. Éste es el llamado camino espiritual.”
“El propósito de nuestra vida es aprender a ser feliz por mí mismo, aprender a tener paz y aprender a amar a los demás.”
(Gerardo Schmedling)
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