lunes, 2 de abril de 2018

EL PODER DE LA GRATITUD




El poder de la gratitud, pilar para tu bienestar

Para tener un corazón más sano debemos relajarnos y aprender a valorar las pequeñas cosas y valorar lo que tenemos en su justa medida.

Lao Tse nos dejó una frase que debe hacernos reflexionar: “el agradecimiento es la memoria del corazón”. El poder de la gratitud es algo que se suele descuidar bastante en nuestro día a día. En ocasiones, damos las cosas por sentadas y nos nos detenemos a pensar en el valor que encierran muchos de los aspectos que nos rodean.



Cuando hablamos de gratitud no nos estamos refiriendo únicamente a comportamientos de cortesía, como dar las gracias después de una acción que alguien realiza por nosotros. Se trata de una dimensión que va más allá. Es abrir nuestra conciencia para agradecer el simple hecho de estar bien, de tener una buena familia, de disfrutar de ese paseo por la montaña, por la playa…

Las personas que saben expresar gratitud externa e internamente son personas más sanas que disfrutan de su bienestar porque trabajan sus emociones positivas. Veámoslo con más profundidad en este artículo.

La gratitud no es solo para los buenos momentos

Las personas solemos caer en un error muy común y del que casi no nos damos cuenta: solo damos las gracias cuando se hace algo por nosotros, o cuando recibimos algo positivo. La gratitud o el agradecimiento no deben reservarse exclusivamente a la acumulación o la obtención de “cosas”:

Expresar gratitud es ofrecer reconocimiento. “Yo te reconozco a ti porque sé que te has esforzado en algo para ayudarme, para aportarme felicidad y bienestar”. Sin embargo, esta gratitud no tiene por qué dirigirse siempre a los demás… ¿Y si a partir de ahora te reconoces también a ti misma?

Un ejercicio sencillo capaz de elevar nuestra autoestima es reconocer cada cosa que hagamos, es ofrecernos gratitud por ser personas fuertes que miran a la vida con esperanza.

Ahora bien, la gratitud también tiene su importancia en los malos momentos. ¿De qué manera? Nos ofrece fuerza y motivación. Te pondremos un ejemplo muy ilustrativo: Imagina que tu pareja te ha defraudado en algo y que se rompe la relación. El dolor es terrible, no ha duda. No obstante, hay muchas cosas que puedes seguir agradeciendo a la vida, como puede ser encontrar fuerzas en cada momento para superar esa pérdida, gracias por tener una familia y unos amigos que te van a apoyar, y gracias por ser como eres, una mujer que merece ser feliz de nuevo.

La gratitud mejora nuestra salud

Según un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología (APA), el sencillo acto de reconocernos a nosotros mismos y a los demás, y dar gracias por los aspectos positivos de la vida, nos ofrece una mejoría mental y física, capaz de prevenir diversos problemas cardíacos.

El autor de esta investigación es un médico llamado Paul J. Mills, de la Universidad de California, en San Diego (EE. UU), quien difundió también sus conocimientos en la revista Newswise. Las conclusiones a las que llegó fueron las siguientes:

La gratitud y las emociones positivas

El poder de la gratitud está relacionada en muchos casos con la espiritualidad, no obstante, todos nosotros deberíamos tener muy en cuenta la importancia que tienen las emociones positivas en nuestro día a día. No importa en lo que creamos ni si somos religiosos. Lo más destacable es saber apreciarnos a nosotros mismos y a los demás sin rencor, sin ansiedades, sin presiones.

La gratitud y la salud cardíaca

El bienestar mental y el simple hecho de agradecer formar parte de esta vida, ofrece a muchos pacientes grandes mejorías que pueden verse en su tensión arterial y en sus biomarcadores, los cuales están relacionados con procesos del sistema cardiovascular.

Una persona que se toma la vida con tranquilidad, con equilibrio, que sabe apreciar las pequeñas cosas y que disfruta de sí mismo y de los suyos, tiene un corazón más sano y presenta además menos problemas de insuficiencia cardíaca, como falta de aire o fatiga.

El doctor Mills nos explica también que, para llevar a cabo este estudio, se aplicaron diversos tests psicológicos a 500 pacientes, para averiguar si aquellas personas que valoraban el poder de la gratitud y que lo expresaban cada día se diferenciaban de aquellos otros que no tenían en cuenta este aspecto.

¿Adivinas cuáles fueron los resultados? Los pacientes más espirituales o que ensalzaban la gratitud no tenían síntomas de depresión, la calidad de su sueño era muy buena, presentaban menos fatiga y, además, sus marcadores inflamatorios respecto a su salud cardíaca estaban dentro de los parámetros de lo normal.

En conclusión, podemos decir que el sencillo acto de expresar gratitud y de reconocernos a nosotros mismos y a esta vida de la que formamos parte nos ayuda a disponer de una salud más fuerte. La gratitud es una expresión del amor, una actitud que practicar y con la cual dar más importancia a las emociones positivas, esas que siempre dan fuerza a nuestra salud y establecen un vínculo muy adecuado entre el cuerpo y la mente.

¿Por qué no ponerlo en práctica? ¿Por qué no valorar un poco más el poder de la gratitud? ¡Vale la pena!

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