martes, 7 de noviembre de 2017

EL DESPERTAR DE LA PERCEPCIÓN EXTRASENSORIAL



EL DESPERTAR DE LA PERCEPCIÓN EXTRASENSORIAL 

(APERTURA PSIQUICA) 

Entonces miré de nuevo. Algo andaba mal. Esta pared no tenía ventanas, ni muebles contra ella, ni puertas. No era una pared de mi habitación. Y sin embargo, me resultaba conocida. La identifiqué al instante. No era una pared, era el cielo raso. Estaba flotando de cara al cielo raso, balanceándome con suavidad con cada movimiento que realizaba. Di vueltas en el aire, asombradísimo, y miré hacia abajo. Allí, en la luz tenue debajo mío, estaba la cama. Había dos personas en ella. A la derecha estaba mi esposa. Junto a ella había alguien más. Ambos parecían dormidos. ¿A quién iba yo a soñar durmiendo junto a mi mujer? Miré más de cerca y el shock fue enorme. ¡Yo era quien estaba en la cama! Robert Monroe, Journeys Out of the Body. 



Muchas tradiciones espirituales y escuelas místicas describen el surgimiento de varias habilidades paranormales como un estadio natural pero potencialmente peligroso en el desarrollo de la conciencia. La fascinación y la obsesión con los fenómenos psíquicos son consideradas como trampas peligrosas para el ego del buscador, y una distracción desafortunada de las metas espirituales genuinas. En los estadios más avanzados que le siguen a sobreponerse a este obstáculo, un aumento de la intuición y las habilidades psíquicas tal vez se conviertan en una parte integral de la vida. En ese momento, ya están integradas a la nueva cosmovisión mística y no presentan problemas. Por lo tanto, no debe sorprendernos que un aumento considerable en la capacidad intuitiva y en los sucesos de tipo paranormal suelan resultar concomitantes a varios tipos de emergencia espiritual. Prácticamente cualquier tipo de experiencia transpersonal puede, bajo ciertas circunstancias, proveer de sorprendente información, que seguramente el individuo no podría haber adquirido de forma convencional y que parece poseer un origen paranormal. Además de esto, muchas personas en crisis de transformación cuentan acerca de instancias específicas de percepción extrasensorial, como la visión de lugares remotos, la precognición, la telepatía y otros fenómenos paranormales. 

Otro fenómeno extrasensorial que a menudo se da en las personas que experimentan una dramática apertura psíquica es la capacidad de sintonizar tan profundamente con los estados internos de otros que llegan a la telepatía. Sus percepciones resultarán llamativamente exactas y puede que inclusive toquen ciertas áreas que la gente normalmente prefiere ocultar. En una crisis, mucha gente tiende a verbalizar sin ninguna discriminación todo lo que percibe telepáticamente, lo que ofende e irrita a quienes las percepciones tocan y agrava aún más una situación ya de por sí tensa.

A veces se ven acontecimientos que están prontos a ocurrir; otras, se trata de lo que ocurrirá en un futuro remoto. Puede que también sepan lo que está ocurriendo en otros lugares del mundo, en particular si se trata de sitios donde hay seres queridos. La frecuencia y la acumulación de tales eventos paranormales tal vez resulten muy atemorizantes y perturbadoras, ya que socavan la noción de realidad que prevalece en las sociedades industriales. Otra experiencia que suele provocar serios problemas es la pérdida ocasional de la propia identidad y la identificación canalizadora con otras personas. Tal vez se asuman la imagen corporal de la otra persona, sus posturas, sus gestos, la expresión de su cara, sus emociones y hasta sus procesos de pensamiento. Los chamanes experimentados, los canalizadores y los curadores espirituales son capaces de entrar en tales estados a voluntad y utilizarlos para adquirir un conocimiento sobre los problemas de otras personas, diagnosticar y curar varias enfermedades. 

A menudo esta gente cuenta que sus vidas están llenas de extraordinarias coincidencias que conectan los elementos de su realidad interna, como sueños y visiones, con acontecimientos de la vida cotidiana. El primero en reconocer este fenómeno fue C. G. Jung, quien lo llamó sincronicidad. El definió a la sincronicidad como un principio acausal de conexión que explica coincidencias significativas que relacionan a individuos y a situaciones distantes en el tiempo o en el espacio. Una extraordinaria sincronicidad acompaña a varias formas de emergencia espiritual, pero ésta parece ser especialmente común en las crisis de apertura psíquica. La psiquiatría convencional insiste en explicaciones estrictamente causales, y aún no ha aceptado el fenómeno de la sincronicidad. Los psiquíatras a menudo desestiman cualquier alusión a coincidencias significativas como una percepción distorsionada y una mala interpretación de los hechos a causa de un proceso patológico. 

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