Enojarnos o andar mal humoradas por la vida, no sólo es dañino para nuestro salud, sino también sería un obstáculo en nuestro intento por bajar de peso. Si has intentado mil cosas para perder esos kilitos de más y, pese a mucho esfuerzo, no lo logras, es momento de empezar a sonreír y dejar de enojarte por todo, pues eso te haría engordar.
Cuando estamos enojadas, el organismo segrega adrenalina y cortisol, lo que provocaría un proceso de inflamación haciendo que las células no puedan liberar energía; cuando no la liberan, el peso se incrementa, por lo que estar enojadas nos hace engordar, así lo aseguró el nutriólogo Juan Manuel Romero Villa.