La salud, como la vida, es simple. Lo que damos es lo que recibimos. Nuestras
creencias implican que hemos estado años manteniendo los mismos pensamientos.
Lo que piensas y crees respecto a ti, de la vida y de la salud se convierte en tu
realidad. ¡Afortunadamente, puedes cambiar tus pensamientos y tus creencias! Estos
ejercicios te ayudarán a empezar.
1. Cuando no sepas qué hacer, concéntrate en el amor.
2. El trabajo del espejo y las afirmaciones:
Los pensamientos bellos y agradables son el inicio del viaje hacia la sanación.
— Decide que eres lo bastante importante.
— Ve pasito a pasito.
— Procura que sea simple y cómodo.
— Sé coherente.
— Consigue ayudantes.
— ¡Diviértete!
— Celebra cada pequeño triunfo.
— Piensa en positivo.
Cambio
Si notas resistencia al cambio en ti, mírate en el espejo y afirma:
-Sólo es un pensamiento y un pensamiento se puede cambiar.
-Estoy abierta al cambio.
-Estoy dispuesta a cambiar.
-Doy la bienvenida a lo nuevo con los brazos abiertos.
-Estoy dispuesta a aprender cosas nuevas todos los días.
-Cada problema tiene su solución. Todas las experiencias son oportunidades para aprender y crecer. Estoy a salvo.
Amar y aceptar a los demás y a ti misma
-Mírate en el espejo y pregúntate: «¿Cómo puedo amarte y aceptarte más?» Sé receptiva y escucha la respuesta, en forma de sentimiento o de cualquier otra señal.
-Ten la certeza de que aunque no notes nada en ese momento, la respuesta llegará en otra ocasión.
Afirma:
Afirma:
-Me acepto y creo paz en mi mente y en mi corazón.
-Estoy bien tal como soy.
-Me amo y me apruebo.
-Al perdonarme, dejo atrás todos los sentimientos de inferioridad y estoy libre para amarme.
Me amo
-Soy especial y maravillosa.
-Amo mi vida.
-Amo este día.
-Es maravilloso sentir el amor en mi corazón.
-Mi corazón está abierto y dejo que el amor fluya libremente.
-Me amo a mí misma, amo a los demás y los demás me aman a mí.
-Me perdono por no ser como me gustaría ser.
-Me perdono y me libero para ser simplemente tal como soy.
-Me amo y me acepto tal como soy.
-Te bendigo con amor y aporto armonía a esta situación.
-Te perdono por no ser como me gustaría que fueras.
-Te perdono y te libero.
-No puedo cambiar a otra persona. Dejo que los demás sean como son, y yo simplemente me amo tal como soy.
-Trasciendo el perdón para llegar a la comprensión y siento compasión hacia todos.
Salud
-Tu salud y felicidad son el espejo de la relación que mantienes contigo misma.
Afirma:
-Mis pensamientos amables y amorosos son el inicio de mi viaje de sanación.
-Dejo que el amor que hay en mi corazón me purifique por entero, limpiando y sanando cada parte de mi cuerpo.
-Sé que me merezco sanarme.
-Mi cuerpo está siempre trabajando para lograr la salud óptima.
-Mi cuerpo quiere sentirse íntegro y sano. Yo le ayudo y me vuelvo una persona sana, íntegra y completa.
-Ahora manifiesto salud, felicidad, prosperidad y paz mental.
-Cuidarte y escuchar a tu guía interior
-Escuchar a tu guía interior y actuar según te lo indica te conduce a la salud y a la felicidad. Recuerda que tú eres el primer paso en tu salud y que tu sistema inmunitario está aprendiendo de tu habilidad de cuidar de ti misma. Tus células están aprendiendo de lo que tú piensas y crees.
Afirma:
-Amo y cuido a mi niño interior.
-Confio en mi sabiduría interior.
-Digo no cuando quiero decir no,y digo sí cuando quiero decir sí.
-En el día de hoy recibo la guía que necesito para tomar las decisiones correctas. La inteligencia divina me guía constantemente en la realización de lo que es bueno para mí.
-Escucho a mi guía interior durante todo el día.
-Mi intuición está siempre de mi parte.
-Confío en que siempre lo estará. Estoy a salvo.
-Hablo en mi propio nombre. Pido lo que quiero.
-Reclamo mi poder.
-Confiar en la Vida.
Puedes pedirle a la Vida que te ayude en cualquier situación. La Vida te ama y está siempre a tu lado, si se lo pides. Mírate en el espejo y pídele a la Vida: «¿Qué necesito?» Escucha la respuesta, un sentimiento o cualquier otra señal. Si no sucede nada en ese momento, mantente receptiva para escuchar la respuesta más adelante.
Afirma:
-La Vida me ama.
-Confío en que todo será maravilloso.
-Observo con alegría con qué abundancia me apoya y me cuida la Vida.
-Sé que sólo me esperan cosas buenas.
-Todo está bien. Todo lo que sucede es para mi máximo beneficio.
-Esta situación sólo me aportará cosas buenas. Estoy a salvo.
3. Meditación: vuelve a conectar con la Tierra y con todas las cosas
Tu salud y tu felicidad dependen de tu conexión contigo misma, con los demás, con la Tierra y con todas las cosas. Cuando te desconectas en un nivel, puede que notes que te estás desconectando en muchos otros. Y con el tiempo te puede parecer que estás solo. Puede que olvides que la Vida te ama y te apoya.
Cuanto más desconectados estamos de la Tierra y de la naturaleza, más anhelan nuestros cuerpos esta conexión primordial.La meditación que viene a continuación. Es una meditación muy sanadora:
Estírate en un lugar cómodo y tranquilo, y cierra los ojos. Lleva tu atención a tu cuerpo. Siente tu respiración, obsérvala mientras inspiras y espiras profundo. Sigue observando tu respiración hasta que notes que tu cuerpo se relaja.
Ahora imagina que estás en un hermoso prado, bajo el árbol más bello.Hace una temperatura cálida y agradable y brilla el sol. Estás a salvo y el árbol te proporciona la sombra y el cobijo que necesitas. Mira y siente ese espacio seguro, cómodo y bello.
-Siente que tu cuerpo se hunde en la tierra. Esa tierra te protege y nutre.
-Siente que tu cuerpo echa raíces en el suelo. No te olvides de la respiración,y deja que esas raíces se vayan adentrando en la Tierra, hasta llegar a su mismísimo centro.
-Respirando siempre profundo, recoge la amorosa energía de la tierra y aspírala hacia tu cuerpo a través de tus raíces. Siente la conexión profunda y amorosa que te proporciona este acto. Siente la protección, nutrición, apoyo y amor.
-Siente ese amor y ese apoyo… siéntelo en cada una de tus células a través de la respiración. Siente que tus células responden a esa conexión con laTierra. Ahora respira profundo y siente esa conexión con todo lo que te rodea. Respira como si estuvieras respirando al unísono con toda la naturaleza y con toda la vida.
-Sigue sintiendo esa conexión y el amor, el apoyo y el sustento que eso conlleva. Ahora recoge todo ese amor y apoyo y siéntelo en todo tu cuerpo.
-Ten la certeza de que esta conexión y este amor siempre están a tu alcance.
-Cada vez que te imagines en este espacio, bajo este árbol, podrás sentirlos.
-Cada vez que pienses en tus raíces, conectando con la Tierra, podrás sentirlos.
-Respira profundo tres veces más y abre los ojos.
A esta meditación puedes dedicarle tres minutos o todo el tiempo que te plazca. Algunas personas la hacen a diario. Cuando hayas hecho esta meditación y tengas el recuerdo de ese sentimiento, te sugerimos que pienses y confíes en que esta energía y conexión están siempre al alcance de tu mano para cuando las necesites. De este modo, si estás en el trabajo o haciendo otras cosas, lo único que has de hacer es recordar este sentimiento y eso te ayudará a reforzar tu conexión.
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